Se define parto a la expulsión de un feto maduro entre las 37 y 42 semanas cumplidas, desde el interior de la cavidad uterina hacia el exterior. Esto es lo que se entiende por parto a término. Aquellos partos que se producen antes de las 37 semanas se consideran partos pretérmino y aquellos otros producidos tras las 42 semanas se denominan partos postérmino.
Contracciones: al principio débil y espaciadas, más tarde fuertes, dolorosas y frecuentes.
-Rotura de la "bolsa de aguas"
-Sensación de descenso de la cabeza del niño
-Eliminación del tapón mucoso
¿Qué debo hacer?
1º Durante las contracciones
- Tranquilizar a la parturienta.
- Instalarla en un lugar cómodo y limpio. Colocarla en una cama o en el suelo recubierto de sabanas y mantas.
- Hay que colocarla acostada boca arriba, rodillas flexionadas, muslos separados y colocar debajo de los glúteos una sabana o una toalla.
2º Durante la salida del niño
- Cuando aparece la cabeza se colocará una mano sobre la cara del niño, elevando un poco la barbilla del niño. La posición más frecuente del niño suele ser mirando hacia abajo.
- Cuando ya está toda la cabeza fuera es el momento de palpar el cuello y ver si tiene el cordón anudado, si está muy tenso lo cortaremos y si no está muy tenso intentaremos pasarlo por encima de la cabeza del niño.
- Después sacaremos primero el hombro de arriba y después el hombro de abajo.
- El niño sale sin ninguna ayuda después de liberar ambos hombros.
3º Después de la salida del niño
- Para mantener al niño caliente lo colocaremos sobre el cuerpo de la madre, tapándolo sobre él.
- Si la boca está obstruida, limpiarla con un dedo recubierto con un trozo de tela limpia.
- Si no respira, limpiar la boca y practicar la ventilación artificial boca-nariz y masaje cardiaco si fuera necesario.
- Cordón umbilical: pinzarlo en dos zonas y cortarlo. Nunca tirar del cordón para no producir desgarros ni desprendimiento de la placenta.
- La placenta se expulsa espontáneamente aproximadamente a los 30 minutos del parto. Si no es así, no se debe realizar ninguna acción sino dejar que llegue al hospital y que se encargue el ginecólogo. Si la expulsa se debe observar si está entera y se debe guardar y llevar al hospital para ser revisada.
- Una vez que la expulse realizaremos masaje uterino para favorecer la contracción del útero y deje de sangrar.
- Es importante valorar la cantidad de sangre que la madre ha perdido y si se ha producido algún desgarro durante el parto. Son datos que deben darse al llegar al hospital.
Contracciones: al principio débil y espaciadas, más tarde fuertes, dolorosas y frecuentes.
-Rotura de la "bolsa de aguas"
-Sensación de descenso de la cabeza del niño
-Eliminación del tapón mucoso
¿Qué debo hacer?
1º Durante las contracciones
- Tranquilizar a la parturienta.
- Instalarla en un lugar cómodo y limpio. Colocarla en una cama o en el suelo recubierto de sabanas y mantas.
- Hay que colocarla acostada boca arriba, rodillas flexionadas, muslos separados y colocar debajo de los glúteos una sabana o una toalla.
2º Durante la salida del niño
- Cuando aparece la cabeza se colocará una mano sobre la cara del niño, elevando un poco la barbilla del niño. La posición más frecuente del niño suele ser mirando hacia abajo.
- Cuando ya está toda la cabeza fuera es el momento de palpar el cuello y ver si tiene el cordón anudado, si está muy tenso lo cortaremos y si no está muy tenso intentaremos pasarlo por encima de la cabeza del niño.
- Después sacaremos primero el hombro de arriba y después el hombro de abajo.
- El niño sale sin ninguna ayuda después de liberar ambos hombros.
3º Después de la salida del niño
- Para mantener al niño caliente lo colocaremos sobre el cuerpo de la madre, tapándolo sobre él.
- Si la boca está obstruida, limpiarla con un dedo recubierto con un trozo de tela limpia.
- Si no respira, limpiar la boca y practicar la ventilación artificial boca-nariz y masaje cardiaco si fuera necesario.
- Cordón umbilical: pinzarlo en dos zonas y cortarlo. Nunca tirar del cordón para no producir desgarros ni desprendimiento de la placenta.
- La placenta se expulsa espontáneamente aproximadamente a los 30 minutos del parto. Si no es así, no se debe realizar ninguna acción sino dejar que llegue al hospital y que se encargue el ginecólogo. Si la expulsa se debe observar si está entera y se debe guardar y llevar al hospital para ser revisada.
- Una vez que la expulse realizaremos masaje uterino para favorecer la contracción del útero y deje de sangrar.
- Es importante valorar la cantidad de sangre que la madre ha perdido y si se ha producido algún desgarro durante el parto. Son datos que deben darse al llegar al hospital.
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